Letras en el Sahara, nace en la red y desemboca en el desierto

Vuelve

>>  lunes, 24 de agosto de 2009


Eras la mujer más bonita que había visto.
Pelo muy corto. Morena. De inmensos ojos almendrados. Llevabas unos vaqueros que marcaban cada una de tus curvas. Una camisa anudada bajo tu pecho. Tenías calor. Aún antes de verme. Sobre tu vientre terso, las gotas de sudor resbalaban marcando el camino que seguían mis ojos. Y mi deseo.
Me miraste provocadora. El local estaba lleno de gente. Tú pasabas por mi lado, con ella, que debía ser tu pareja, de la mano. En primer lugar pasó ella. Tú te demoraste apenas unos segundos. Me clavaste la mirada. Entreabriste tus labios.
A mí me recorrió un escalofrío. Acerqué mi mano a la tuya. A la que quedaba libre. Te acaricié apenas un segundo. Tú agarraste mi mano. Tiraste de mi brazo. Aprovechaste el tumulto. Ella no te veía. Había demasiada gente. Te acercaste a mi oído. Ahora vuelvo, dijiste. Ven, respondí yo.
Yo te seguí con la mirada. La mirada de tu pareja estaba clavada en mí. Te dijo algo al oído. Le respondiste algo que no pude oir. Ella retiró su mirada de mí con desconfianza. Tú me giñaste un ojo. Ahora, pude leer en tus hermosos labios.
Yo bailaba dejándome llevar por la música. No te veía. Vendrá, pensaba, vendrá, sentía.
Yo tenía los ojos cerrados. Tu culo se pegó al mío como una segunda piel. Estabas detrás. Supe que eras tú. Ahora, habías dicho.
Tu pareja estaba delante tuya. Tu pareja y tú os besábais. Ella no dejaba espacio entre ambas. Quizás te conocía demasiado. O demasiado poco.
Tú bailabas con ella. Había demasiada gente. Ella se dio la vuelta. Ahora, me quedaba de espaldas, justo delante tuya. No podía verme. Yo me acerqué a tu cuello. Te mordí. Tú, te estremeciste. Pegué mi cuerpo al tuyo, y sentí cada uno de tus temblores. Me separé para verte mejor. Tú, buscaste mi cuerpo, a la vez que tocabas el de ella.
No sé si ella lo supo. No sé si ella te conocía demasiado, o demasiado poco. Ella te agarró de la mano y te llevó.
Vuelve, pedí con un susurro. Volveré.

11 comentarios :

Y Rodin anduvo por él... 25 de agosto de 2009, 11:22  

Estupendo relato!! Haces que uno parezca que está en ese mismo local, tomando algo mientras ve como esas dos chicas flirtean y se seducen!!

Como siempre muy bueno!!

Besos preciosa!

Eowáthiel 25 de agosto de 2009, 13:58  

Qué arriesgado, no? Yo creo que la novia de la chica realmente se estaba haciendo la tonta :P

Diamonique ,  25 de agosto de 2009, 14:23  

Cómo es posible que te pasen cosas tan extraordinarias!!

¿Volvió? :)

PAA 25 de agosto de 2009, 14:28  

¿Y no propusiste un trío? ;)

No sé si es verídico o no, pero sentir la mirada de deseo de otra persona y saber que no la puedes alcanzar se hace muy duro, porque las ganas por el otro crecen hasta que se desbordan y entonces el deseo te controla a ti...

Candela 25 de agosto de 2009, 15:28  

Thot: Espero que disfrutes, voayeur ;-)

Esperada :-)

Eo: A saber. No creo que consiga nunca entender el alma femenina.

Diamoque: Lo dejaremos como intriga, que es más divertido.

PAA: Para mí el deseo es un fín en sí mismo. Es fácil tener sexo. La sensualidad es bastante más dificil de lograr.

Besos, queridos y curiosos fantasmas.

Javier 25 de agosto de 2009, 16:29  

En tu relato se nota cierta nostalgia, por lo que deduzco que nunca volvió.

Lo siento.

Candela 25 de agosto de 2009, 17:00  

Os he contado ya muchos cuentos. Algunos de ellos, totalmente ciertos. Muchos, me pasaron a mí. Otros, le pasaron a otros a quienes conocí. Otros, sencillamente, nunca pasaron.
Voy probando estilos de narración. Aprendiendo. Voy cambiando de piel al narrador. A veces, mira desde fuera, como sin ser invitado. Otras, está muy cerca de alguno de los personajes, de cualquiera de ellos. O salta de un personaje a otro, cuando son necesarios varios puntos de vista para dar riqueza a una historia.
Esta historia, ganaba bastante si el personaje y el narrador eran la misma persona. Ya veo que os ha gustado.

Va a ser que, al final, me enseñaréis a escribir ;-)

Besos, queridos fantasmas.

Jose Antonio ,  25 de agosto de 2009, 17:12  

Que tierno... muy bonito.

nana 26 de agosto de 2009, 0:25  

la sensualidad, el deseo... es lo mas dificil de conseguir sin duda.

precioso guapa!

besitossssss, se te echa de menossss

Candela 26 de agosto de 2009, 11:48  

Jose Antonio: Muchas gracias.

Nana: Yo también te echo de menos, guapa.

Besos, chicos.

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Mi mejor regalo, tus palabras.

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