La pasión
>> miércoles, 19 de agosto de 2009
- El recuento de leucocitos es normal, estas curado.
El funcionario sonrió porque el médico esperaba que sonriera. El funcionario dio las gracias porque el médico esperaba que las diera. El funcionario se levantó y salió de la consulta, porque, eso tambien, era lo que se esperaba de él.
- Ley de prevención de riesgos laborales. Te suena de algo? A que no? Ya vale con eso de trabajar sin red. Nos puede caer un paquete. A partir de mañana, red, te guste o no.
El equilibrista no discutió, porque no habría servido de nada. El equilibrista no dio las gracias, porque no había nada para agradecer. El equilibrista se levantó y salió del despacho de su jefe, porque ya había oído lo que había venido a oir.
No se valora algo hasta que se pierde. El funcionario llevaba un año perdiendo cosas. El último beso. La última juerga con un amigo. El último regalo de su madre. La última puta.
No se valora algo si no es único. El equilibrista coleccionaba momentos. Un beso, porque sabía que podía ser el último. Una juerga, porque sabía que no existe mañana. Un regalo, porque la vida, cada momento de ella, es un regalo. Una noche de pasión, porque su vida, toda ella, era pasión.
El funcionario y el equilibrista, pensaron que, la vida que se abría ante ellos era demasiado anodina para ser vivida.
Por eso decidieron, ambos, vivir su último momento de pasión. Su despedida.
3 comentarios :
De esta entrada me fascina y sobresale tu manera de relatar, el ritmo que coje su lectura, como si de una pieza musical se tratara la llevas contenida y en armonía, hasta que salta la nota abrupta... y perfectamente ejecutada continua la pieza!.
Por eso me quedo con el tercer párrafo y hoy no hago referencia al contenido, para deleitarme sin más con la "musicalidad" de tu arte de contar!
Besos
Todo eso hago yo? Vaya... y yo que pensaba que sólo contaba un cuento ;-)
Besos, guapo.
Javier, cariño, esta, te hará pensar. Besitos.
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