Algunas veces se me plantea una disyuntiva.
Quizás no sea algo trascendente, comparable a invitar a chocolate con churros a la gente que está todas las mañanas en la cola del paro o hacerle una pedorreta al director de mi oficina bancaria cuando me dice no se qué sobre el color de mi extracto bancario.
Pero, oye, para mí tiene su aquel.
Voy a describir la situación y así me echáis una mano (tened en cuenta que donde pone chica podría poner chico, que, para el caso, no cambia la naturaleza del problema):
Actores:
Tú: O sea yo. Porque tú te pones en mi lugar para eso de echarme una manita.
A1: Amante más o menos fija. Conocida y con cierta confianza. Ya sabemos ambas lo que hay. Con cierto grado de emocionalidad (o no, esto puede variar). El sexo con ella es bueno y satisfactorio.
A2: Posible nueva incorporación. Chica a la que apenas conoces o que conoces de cierto tiempo, pero que, por lo que sea, ha surgido o has hecho surgir la oportunidad de tener algo con ella. Exige más esfuerzo que la A1, ya que es necesario seducirla. También es más gratificante al ego: por aquello de la conquista conseguida. No se puede perder de vista que el primer polvo con alguien no es demasiado bueno. Como todo, va mejorando si le damos un poco de tiempo, confianza, y conocimiento mutuo.
A3: Esta es la espontánea. Estás en una fiesta, es casa de una amiga, en el cine… y de pronto salta la liebre. Que no está el tema para dejarlo pasar.
Problema:
-El principal problema es que tú (o sea yo) eres humana y tienes tus limitaciones físicas. Pueden combinarse como peor se os ocurran:
A1 lunes, A2 miércoles, A2 viernes.
A1 jueves, A2 viernes, A3 sábado, A1 domingo..
Dilema:
-Qué harías si ves que te fallan las fuerzas y que no vas a poder hacer lo que tienes que hacer ?
1. Emplazas a A2 para otra semana. Arriesgado. La primera cita sexual es delicada. Es posible que la semana siguiente ya no tengas opciones más que de ser su “amiga”.
2. Emplazar a A1 para otra semana. Arriesgado. Quizás se enfade y te pases un tiempo sin disfrutar de una relación que te resulta muy placentera.
3. Te tomas una caja de pharmaton, te compras un libro de sexo tántrico y te lo lees enterito.
4. Te haces la dormida con A1, que, por aquello de la confianza lo mismo te lo deja pasar y te reservas para la nueva incorporación (o incorporaciones)
5. Pues mira, de perdidos… Dejas la agenda como te la quiso arreglar el azar (o el maligno) y te tiras de cabeza. Oye, que de algo hay que morirse. Imprescindible: Dejar dictado a un buen amigo/amiga tu epitafio: se murió a gustito.
Nota: El tema A3 es, o lo pillas, o lo perdiste. No suele ser emplazable ni recuperable.
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