El olor de las palabras
>> domingo, 22 de noviembre de 2009
Siempre pensé que el querer tiene olor a canela. Como la envidia huele a rancio y el deseo huele a intimidad.
Además están los sueños, que huelen a desayuno, porque es entonces cuando te dejan. Y los otros sueños, los anhelos, que, siempre, me acaban oliendo a mujer. (Yo).
Y las fantasías que nunca se cumplen que se acaban convirtiendo en perfume de mujer prohibida. (Diamonique).
Prohibida, como la dirección en la que avanzo. Es un olor a sal marina el que me envuelve y el que me recuerda a aquella sirena varada. (Traste).
Sirena de voz lúbrica, y canto hipnotizante cuyos sonidos me recuerdan a la nada en que vivo.(Ernesto).
El poder de los aromas es tan grande que incluso llegan a transportarnos hasta el pasado, a aquellos momentos fugaces e imborrables que quedaron suspendidos en el aroma a laurel, el perfume a jazmín o el olor a tierra mojada.(Neo)
A mí el aire me olía a vida. Su sonrisa a cielo abierto. Mi deseo despertó con olor a madera y el suyo a pimienta. La pasión nos dejó su olor a fuego y el final nos abrazó con olor a cenizas...así andamos, de casa en casa. (Euria)
Los olores me recuerdan situaciones, gentes y lugares, pero tú olor no me recuerda nada... de los recuerdos no se vive, yo vivo de ti (bg).
Como el olor de la fruta madura, perfume dulzón que envuelve el paladar al morderla.
Como los olores cotidianos, como tu olor, que sólo reconozco cuando lo dejas tras de ti al marcharte.(PAA).
Queridos fantasmas, Euria me ha hecho pensar que sería bonito que cada uno de vosotros escribiera una parte de esta entrada.
Me las ponéis como comentarios, par de líneas o tres y las subo.
Seguro que nos divertimos. Neo, en estos momentos, lo anda haciendo en su blog, en la entrada "versos para armar". Nosotros, usaremos la prosa.
Toda vuestra. Adelante.
Besos, chicos.
12 comentarios :
Y las fantasías que nunca se cumplen que se convierte en perfume de mujer prohibida.
*se acaban convirtiendo (perdón :()
Prohibida, como la dirección en la que avanzo. Es un olor a sal marina el que me envuelve y el que me recuerda a aquella sirena varada.
(Una bella idea Candela)
Sirena de voz lúbrica, y canto hipnotizante cuyos sonidos me recuerdan a la nada en que vivo.
Excelente idea :-)
El poder de los aromas es tan grande que incluso llegan a transportarnos hasta el pasado, a aquellos momentos fugaces e imborrables que quedaron suspendidos en el aroma a laurel, el perfume a jazmín o el olor a tierra mojada.
P.d
es un placer participar, Candela!
un abrazo!
Diamonique: Susúrrame, por favor.
Besitos
vaya...hacia dias que no pasaba po tú casa.. solo te dejo un tierno e intimo abrazo ... pero poesia..uuufff yo esque eso de la creatividad...tengo el gusto en ...ejem.
Qué bien escribís, joder :)
A mí el aire me olía a vida. Su sonrisa a cielo abierto. Mi deseo despertó con olor a madera y el suyo a pimienta. La pasión nos dejó su olor a fuego y el final nos abrazó con olor a cenizas...así andamos, de casa en casa.
Vamos a dejarlo abierto unos días a ver cómo sigue, aunque, por ahora, está genial, no os parece?
Besos, fantasmas escritores.
Los olores me recuerdan situaciones, gentes y lugares, pero tú olor no me recuerda nada... de los recuerdos no se vive, yo vivo de ti (bg).
Como el olor de la fruta madura, perfume dulzón que envuelve el paladar al morderla.
Como los olores cotidianos, como tu olor, que sólo reconozco cuando lo dejas tras de ti al marcharte.
(muy divertido!)
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