En terapia
>> sábado, 28 de agosto de 2010
Tuve una conversación ayer, con una amiga, que me resultó, al menos, inquietante.
Ella me contaba de los problemas de pareja de una tercera amiga. Regular. Eso me hace sospechar que lo que le cuente yo a ella tendrá el mismo secreto que los problemas de pareja de la amiga común de la que me hablaba.
En segundo lugar, me comentaba que, ella, su marido, la amiga en cuestión y el marido de esta habían hablado del tema para intentar, entre todos, mejorar la situación: el matrimonio de esta tercera amiga está en crisis y, todos juntos, hacen una especie de terapia de pareja común para resolver problemas.
Bastante complicado. Quizás, si se tienen problemas, sea mejor el consejo de un profesional que la terapia de pareja improvisada a la par que bien intencionada (y sin ningún profesional que haga de guía). Hay buenas intenciones que han matado a más de un@.
También es posible que yo sea una anárquica (bueno, esto no es posible, es cierto), y que no crea para nada en terapeutas autoproclamados ni en aquello es “es así porque lo dice…”. Mucho curriculum tiene que tener es@ que lo dice para que yo lo crea.
La verdad, aunque es sólo una reflexión, me parecería bastante más razonable/normal, que tuvieran sexo entre los cuatro que se dediquen a terapias extrañas.
Qué pensáis vosotros? Habéis hecho alguna vez algo parecido? Ha tenido efectos positivos, o es sólo una sofisticada forma de striptease emocional?
Muchos besos, queridos fantasmas.