Dos mujeres
>> lunes, 21 de febrero de 2011
He recibido una carta de uno de vosotros, mis fantasmas, muy interesante.
Creo que, lo mejor que puedo hacer con ella es colgarla de este, nuestro espacio, y que, entre todos la comentemos.
Habla de las relaciones que se establecen entre las mujeres. Allá va:
"Querida Candela en Sevilla:
Sigo tu bitácora desde hace algún tiempo. No recuerdo bien cómo llegue a ella, pero sé que me enganchó muy fácilmente. Las razones las tengo bastante claras: un heterosexual y una homosexual tienen –tenemos— en común nuestro gusto por las mujeres. Pero vosotras tenéis la enorme ventaja de conocer mejor al objeto del deseo. Para nosotros, varones, las mujeres son siempre un enigma imposible. Y así nos va… Por eso te leo con avidez: necesito aprender.
Pero el objeto de esta carta es otro. No hace mucho tenía yo una conversación muy interesante con una lesbiana amiga. Esta mujer es japonesa y vive en Tokyo, mi lugar de residencia hasta no hace mucho. Pensaba yo, le decía, que una amiga común, japonesa también, estaba en esos momentos muy predispuesta a una relación homosexual. Acaba de divorciarse y tiene un resentimiento profundo contra los hombres. Al tiempo, se rodea siempre de mujeres más o menos afines y sus amistades masculinas son muy contadas.
Por otro lado, añadía yo, creo hay un tipo de relación lesbiana que me parece muy asexuada, que parece más bien una relación amistosa profunda pero poco amorosa y nada sexual. Y que además se da, al menos en mi entorno, con cierta frecuencia en mujeres escaldadas de una relación heterosexual. Son mujeres, explicaba, que encuentran una compañía –femenina— que las apoya y comprende y con la que terminan por establecer esa relación aparentemente amorosa que, a mi modo de ver, se queda en una amistad sincera y profunda, pero asexuada.
Nada que criticar, apostillo ahora. Cada cual se empareja como puede y, en menor medida, como quiere, y nadie debería hacer juicios morales al respecto. Mi comentario tiene únicamente un interés sociológico. O sexual: no sería más que otro intento –inútil, supongo— de entender a las mujeres.
Mi amiga, acodada en la barra, ni se inmutó. A cambio, me contestó con una clasificación de las relaciones lesbianas. Esta es:
1. Relación lésbica consciente, con sexo.
2. Relación básicamente amistosa, sin sexo o con sexo muy escaso. Como la anterior, consciente.
3. Amor platónico sofisticado.
4. Una mezcla de todo. Un totum revolutum complejo e indescifrable.
5. Una relación producto de una común aversión al varón. Una suerte de misoginia revertida contra el varón.
6. Relación lésbica inconsciente, pero en convivencia. Sin sexo, claro.
7. Relación fraternal, muy arraigada en Asia Oriental y en el Sudeste Asiático.
Luego añadió otras relaciones marginales: las incestuosas entre hermanas y entre madres e hijas.
Siempre me sorprende esta amiga. Es por otro lado evidente que una lesbiana tiene que estar más atenta a estas categorías pues de ellas depende su vida amorosa y sexual. Y a un hombre –hétero u homo, da lo mismo— todo esto le trae bastante más al pairo.
Así que esta vez yo no puedo juzgar lo acertado de la clasificación de mi amiga. Eso te lo dejo a ti, Candela sevillana.
Por otro lado, sí me gustó mucho tu clasificación de mujeres: putas, hijas de puta, mix y mística. Yo añadí la categoría de monja, la que niega categóricamente la posibilidad de una relación sexual, en un comentario a esa entrada.
En fin, mi amiga y yo continuamos con el sake --nihonshu-- y el sashimi en aquel izakaya de Kokubunji, en las afueras de Tokyo, mientras echábamos un ojo a las mujeres que por allí pasaban. Coincidimos en que la camarera era ciertamente bonita. Pero ninguno de los dos ligamos nada esa noche.
Haz con este texto lo que quieras. Espero que al menos te resulte de interés para una nueva entrada en tu bitácora. Las espero con impaciencia. Pero supongo que todos estamos muy ocupados y que escribir algo con sentido siempre requiere tiempo y esfuerzo. Sé, no obstante, que tendrás algo que decir y que comentar acerca de esa clasificación.
Espero que todo te vaya bien con tus mujeres. Muchos besos desde Madrid.
Bruno"